Origen: Viaje Entre Dimensiones

El grupo de chicas rápidamente llegaron al patio trasero y se sorprendieron al ver como un pequeño niño pelirrojo estaba jugando al lado del chico rubio que estaban buscando, aunque tampoco pasaron por alto a la mujer pelirroja que estaba sonriendo al verlos jugar.

". . ." - las chicas fruncieron el ceño ya que se notaba que esa mujer estaba interesada en el rubio y por la situación a él no parecía disgustarle.

"?" - Akane miró con sorpresa al grupo de mujeres, pero su instinto femenino le decía que ellas tenían el mismo objetivo suyo - "Ya veo..."

"¿Sucede algo, Kaasan?" - preguntó Akihisa con una sonrisa mientras corría donde su madre.

"No es nada pequeño, es solo que tenemos compañía" - sonrió la pelirroja mientras apuntaba en dirección al grupo de chicas que se acercaba.

Para su sorpresa, todas eran hermosas y con grandes figuras, aunque eso no era extraño ya que al menos un 40% de las mujeres que conocía, tenían figuras similares, aunque no tanto como la rubia, Kami, hasta ella tenía celos de ese poder de ataque.

"?" - Shizuka ladeó la cabeza en confusión cuando notó la mirada de la pelirroja pero aún así sonrió.

". . ." - Akane suspiró al ver la mirada inocente de la mujer, aunque sinceramente no sabía si era realmente así o solo era un acto para poder sacar los instintos protectores del rubio - "Mucho gusto. mi nombre es Akane"

"Nosotras somos..." - las chicas empezaron a presentarse de una en una mientras Alice llegaba donde los demás junto a su padre, solo para salir corriendo con el pequeño Akihisa a jugar.

* * * * *

". . ." - Rika estaba suspirando mientras veía a la gran cantidad de 'Ellos' reuniéndose a las afuera del aeropuerto.

Su misión era simple, cubrir la salida de los sobrevivientes mientras estos suben a los aviones para poder ir a un lugar seguro, o al menos un lugar que sea mejor que este.

Ellos habían recibido el reporte de que los refuerzos venían en camino, pero viendo como los zombies iban en aumento, daba a conocer que ellos tal vez incluso no llegarían.

"¿Quieres una?" - preguntó un hombre mientras le pasaba una lata de cerveza.

"Entre las maletas, estaban escondidas, aunque no creo que ahora importe" - suspiró el hombre con el ceño fruncido.

"¿Pensando en tu familia?" - preguntó la morena.

"Si... al menos tengo el consuelo de que ellos están a salvo... al menos por el momento" - sonrió el hombre mientras recordaba como su esposa e hijos subían a uno de los aviones.

Sabía que tal vez sus vidas no sean tan buenas como antes, pero al menos tenía completo conocimiento de que estarían a salvo en la base militar, más con todo el apoyo que él había dado en su tiempo de servicio.

"No es necesario..." - dijo Rika mientras miraba al hombre.

"¿A que se refiere, Capitana Rika?" - preguntó el hombre con sorpresa al no comprender lo que la mujer se refería.

"No es necesarios que sigas en esta misión, toma esto y ve a la oficina, tu trabajo esta hecho y ahora tienes que ir con tu familia" - dicho eso, Rika dejó una hoja en el suelo y caminó fuera del lugar.

El hombre seguía confuso, así que tomó la hoja y la empezó a leer, solo para temblar ligeramente al ver como había sido dado de baja - "Gracias..."

Terminó de agradecer y el hombre salió corriendo hacia la oficina central.

". . ." - Rika solo miró como el hombre corría como si no hubiera mañana - "Es un buen tipo y se preocupa por su familia... ya ha hecho más que suficiente por el país..."

Ella tomó la lata de cerveza y se la tomó de una sola vez, solo para ver el cielo una vez más - "Tengo un mal presentimiento... siento que algo muy malo está a punto de pasar... solo espero estar equivocada..."

* * * * *

"¡Mierda!¡Mierda mierda mierda mierda!" - gritó Shido mientras miraba hacia adelante y notar como una gran cantidad de vehículos estaban bloqueando el camino hacia la mansión Takagi.

"¿Que hacemos ahora, Shido sensei?" - preguntó uno de sus estudiantes.

"Tendremos que seguir a pie y... ¿Hmm?" - Shido no alcanzó a terminar cuando notó como un grupo de hombres armados estaban moviendo los vehículos, como si estuvieran despejando la vía para una posible evacuación - "Algo extraño está pasando..."

"¡¿Quienes son ustedes?!" - gritó el que parecía ser el líder del escuadrón al notar como el bus estaba todavía funcionando y ver como dentro todavía habían personas vivas.

"¡Mi nombre es Koichi Shido, hijo de uno de los amigos de su jefe y he venido a pedir asilo!" - gritó Shido con seriedad - "¡Ahora pido que nos escolten hacia la mansión!"

". . ." - los hombres armados se miraron entre ellos mientras sacaban una radio portátil para comunicar la situación.

Los demás tenían una idea similar mientras sus entrepiernas empezaban a reaccionar.

La sola imagen de una mujer bajo sus cuerpos, hacía que estos reaccionaran de forma inmediata.

Shido solo les dio una mirada molesta a las chicos, en especial cuando vio las miradas asqueadas de los armados - "¡Silencio!"

"¡H-H-Hai, Shido sensei!" - gritaron con miedo los chicos.

"Lamento eso... digamos que llevamos unos cuantos días sin tener contacto con una mujer y bueno... son chicos adolescentes con las hormonas alborotadas y con la presión de la situación..." - escusó el profesor, solo para ser interrumpido por uno de los hombres - "No quiero sabes de su situación"

"Ok..." - dijo Shido mientras apretaba los dientes con furia.

Nunca antes le habían faltado el respeto de esta manera, al menos fuera de Rei y Cloud.

"¿Y bien?" - preguntó el líder de los armados al notar el regreso de su subordinado que se comunicó con el jefe.

"Souichiro-sama dijo que vendría él mismo" - respondió el joven armado - "Hay algo que quiere hablar personalmente con Shido-san"

"¡¿Por que?!" - rugió Shido con furia.

"Souichiro-sama viene en camino para hablar con usted, así que por ahora, no puede avanzar" - respondió el líder - "Él vendrá dentro de 10 minutos, así que espero que por ahora, sea paciente"

". . ." - Shido apretó los dientes nuevamente, pero rápidamente se calmó - "Bien... pero espero que se hagan responsables de nuestra seguridad"

"No hay problema con ello" - asintió el líder mientras los hombres bajo su mando, revisaban el perímetro.

* * * * * [USA, Ubicación Desconocida] * * * * *

"Según los reportes, el brote del virus se ha esparcido en diferentes puntos del mundo y las bajas empiezan a subir considerablemente" - dijo un hombre al que solo podía notarse su silueta - "Por suerte, se ha contenido las ciudades y han entrado en cuarentena"

"¿Pero?" - preguntó un segundo hombre, quien claramente tenía un mayor rango al notar el respeto en la voz del primer hombre.

"Pero tal parece que la persona responsable del brote tiene un profundo odio con Japón, ya que se ha detectado brotes en diferentes zonas del país..." - continuó el primer hombre - "Es eso, o el responsable del virus es un japones y por alguna extraña razón, el virus 'escapó' de sus instalaciones"

"Ya veo..." - murmuró el segundo hombre - "¿Alguna idea?"

"Concuerdo, nuestros científicos ya están buscando una cura para esta... enfermedad... pero hasta el momento, no tenemos ningún avance" - suspiró un hombre alto - "Aunque con el poco tiempo desde el brote, hemos avanzado a pasos agigantados"

"Ok... nos mantendremos al margen" - asintió el hombre de mayor rango - "Pueden retirarse, si tienen información importante, no duden en comunicármelo"

"¡Lo haremos, Señor Presidente!" - gritaron los hombres reunidos mientras el Presidente salía de la oficina.

* * * * * [Japón, Oficina del Primer Ministro] * * * * *

Situaciones similares pasaban en todas partes del mundo, pero a diferencia de los demás países, Japón estaba en una situación crítica.

"Señor, hemos detectado un nuevo brote en la zona de Kanto" - dijo un hombre con una mirada seria - "El brote ya se ha esparcido por al menos un 80% de la zona y sigue creciendo"

". . ." - el primer ministro solo pudo soltar un suspiro mientras se masajeaba la sienes - "Llamen a todos los altos mandos militares y consejeros, necesito una solución ahora..."

"¡Hai!" - gritó el hombre mientras salía de la oficina.

"Esto es lo peor..." - murmuró el primer ministro mientras caminaba hacia la sala de juntas, solo para notar como ya había un hombre en el lugar - "General..."

"No esperaba menos de ti, viejo amigo" - suspiró el primer ministro mientras se sentaba en su puesto - "¿Puedes decirme que tienes pensado?"

"Lo siento amigo, pero voy a guardarlo para cuando estemos todos" - suspiró el viejo general - "Lo lamento"

"No tienes que hacerlo, aunque siento que será algo peligroso" - murmuró el primer ministro mientras veía como uno a uno de los llamados, empezaban a sentarse en sus puestos.

Cuando la sala estaba completamente ocupada, él se levantó y los saludó, solo para entrar de lleno con el tema que los aquejaba - "No voy a explicar la situación porque ya todos saben de que se trata"

". . ." - los presentes solo guardaron silencio mientras algunos asentían.

"Bien... ahora quiero que me den soluciones" - suspiró el primer ministro - "O al menos me informen que es lo que está sucediendo"

"Señor... no sabemos el motivo, ni el primer lugar donde empezó el brote, pero es muy probable que sea en la zona más afectada" - dijo uno de los hombres a cargo de asuntos internos - "Tenemos claras sospechas de la zona central de Kanto y por los daños, podemos decir que es entre Saitama o Chiba"

"Eso es un avance, pero no nos sirve si no podemos contener de alguna forma esta situación" - dijo el primer ministro mientras golpeaba con sus palmas la mesa.

"Yo digo que hagamos una purga general" - dijo un hombre obeso que claramente no planeaba nada bueno - "Tomamos a todos los sobrevivientes y quemamos lo demás, los hombres serán puestos a trabajar para poder reconstruir las zonas luego de que todo acabe o se unirán a los militares para poder defender a los demás, mientras que las mujeres se preocuparán de cuidar a los menores y ancianos, entre otras cosas Hehehe~"

"Espero que no estés diciendo lo que creo que estás diciendo" - dijo una mujer con furia mientras miraba con odio y asco al hombre que estaba frente a ella - "Porque si es así, seré la primera en darte un disparo en la frente, asquerosa escusa de hombre"

"No te pongas así, Kaede-san, solo es una idea mía" - sonrió el hombre gordo mientras miraba con una mezcla de interés y lujuria a la mujer que tenía en frente.

"¡Mejor paren!" - gritó el primer ministro - "¡Estamos en un asunto importante aquí!"

"Lo sentimos" - dijeron los dos involucrados mientras los demás negaban con la cabeza.

"Eso espero... en cuanto a tu idea, Ichirou Shido... no es posible" - dijo el primer ministro con seriedad.

". . ." - ese hombre gordo no era otro que el padre de Koichi Shido, un político corrupto que trabajaba no solo con drogas y prostitutas, sino que también era acusado de más de 10 casos de violaciones, que obviamente no llegaban a nada.

"¿Alguien tiene otra idea?" - preguntó el líder de la nación mientras los demás solo negaban con la cabeza mientras se miraban entre ellos - "¿General?"

"Yo digo que..." - dijo el hombre, pero antes de que pudiera decir algo, un soldado entró de forma abrupta a la sala - "¡Lamento interrumpir pero tenemos malas noticias!"

"¡Habla!" - gritó el primer ministro al notar la expresión asustada del soldado.

"¡Un proyectil, presuntamente una bomba nuclear, se acerca a las costas de Japón!" - gritó el soldado mientras los demás se paraban rápidamente con los ojos abiertos como platos - "¡Según los cálculos, la bomba no impactará directamente con la tierra, pero los daños causados se estiman a que EMP resultante de la explosión, afectará gran parte del país!"

"¡Mierda!¡¿Quien fue el responsable de esto?!" - rugió el general mientras miraba con furia al soldado - "¡Necesitamos prepararnos lo más rápido que podamos, nuestros vehículos normales quedarán inutilizados al igual que todos nuestros electrodomésticos!¡Todo será peor ahora!¡Sin contar que toda esa gente en los hospitales que están conectado a aparatos para poder mantener sus vidas..."

Los presentes solo pudieron apretar sus dientes con furia, bueno al menos la gran mayoría, porque el resto estaba como si nada, después de todo, no era como si de verdad les importaran las vidas de esas personas.

"¡La reunión se suspende!¡Todos vayan a hacer lo que tienen que hacer!" - rugió el primer ministros mientras todos salían, solo quedando los dos viejos amigos que estaban en silencio.