Origen: Viaje Entre Dimensiones

* * * * * [Escuela] * * * * *

"¿Cuanto tiempo más creen que podamos resistir?" - preguntó una mujer de unos 30 años mientras miraba a los demás presentes.

"No creo que mucho" - suspiró un hombre - "La comida se está volviendo poca y gran parte de la que queda, ahora está vencida..."

". . ." - los más de 15 sobrevivientes que estaban en la sala, solo podían mirar con pesadez.

"Los niños... están hambrientos..." - dijo otra mujer que estaba embarazada - "Tenemos que encontrar comida o rogar porque nos salven..."

"¡Ellos no están haciendo nada!¡¿Por que no simplemente dejamos de alimentarlos?!" - rugió un hombre de unos 20 años.

"No voy a dejar que mis estudiantes pasen hambre, solo para que basura como tú tenga una mejor situación" - dijo la mujer de 30 años con frialdad.

"¡Tch!" - el chico solo chasqueó la lengua con molestia.

"Aunque tenemos que admitir que son muchos niños para alimentar" - dijo otro hombre - "Tal vez deberíamos seleccionar a un pequeño grupo que seguir alimentando y dejar a los demás ir, estoy seguro que estarán en un lugar mejor..."

"¡¿Y entre ese pequeño grupo de seleccionados esté tu hija?!¡Bien pensado!" - rugió otro hombre - "¡Todos los niños tienen el mismo derecho!"

Los demás presentes menos el tipo de 20 años, miraron con el ceño fruncido al hombre que dio esa proposición.

"¡¿Que?!¡Solo dije lo que muchos de los hipócritas de aquí quisieron decir y no lo hicieron!" - gritó el primer hombre - "¡Estoy seguro que les duele ver a sus hijos morir de hambre!"

"¡Si!¡Me duele ver a mi hija sufrir así, pero eso no significa que le voy a arrebatar su futuro a un niño inocente!" - gritó el segundo hombre - "¡No he perdido mi humanidad para hacer algo como eso!"

"¡Nadie es inocente en este mundo actual!¡Todos son culpables de algo y en este caso, esos mocosos solo están consumiendo nuestros alimentos!" - gritó el primer hombre, solo para ser golpeado por la mujer de 30 años en el rostro.

"Le pido que guarde sus comentarios para usted, porque si no recuerda bien, esos alimentos que usted tanto anuncia, son de la escuela y como tal, son dirigidos a los niños" - dijo la profesora - "Eso solo significa que si hay alguien que está consumiendo los alimentos de los demás, son personas como tú"

". . ." - el hombre solo apretó los dientes con furia, pero decidió guardar silencio.

No podía hacer mucho, más sabiendo que la mujer que tenía en frente, no solo era una profesora, sino que también era una antigua campeona de judo.

"Ahora, si ya dejamos de buscar a los culpables o dar soluciones de poca ética... ¿alguien tiene una idea factible?" - preguntó la mujer con seriedad.

"¡Sensei!" - pero antes de que alguien pudiera decir algo, una pequeña niña entró corriendo - "¡Sensei!"

"¡¿Ku-chan?!" - el hombre que se opuso a la idea de sacrificar a los pequeños, miró con sorpresa como la niña entraba corriendo dentro de la habitación - "¡¿Que te dije sobre entrar sin permiso?!"

"¡Lo siento Tousan, pero tenía que avisarle a sensei que hay muchos autos que vienen para acá!" - dijo la niña mientras extendía sus brazos - "¡Y unos son así de grandes!"

"!" - los presentes se sorprendieron ante la noticia, al punto que a duras penas resistieron las ganas de correr para ver si era verdad.

"¡¿Es verdad, Musume?!" - preguntó con esperanza el hombre mientras tomaba a su hija.

"¡Un!" - la niña solo asintió

"¡Estamos salvados!" - gritó el hombre mientras las lagrimas corrían - "¡Han venido a ayudarnos!"

Los demás estaban iguales, pero la profesora tenía una expresión seria.

"¿Sucede algo, Megumi Sensei?" - preguntó otro hombre.

"No creo que sea momento de estar contentos" - suspiró la mujer - "Porque puede que ellos sean peligrosos..."

". . ." - los presentes quedaron congelados ante las palabras de la mujer.

Cierto... ellos no sabían quienes eran los que venían.

"Pero... ahora solo podemos esperar lo mejor..." - suspiró Megumi - "Solo roguemos que ellos siguen siendo humanos..."

* * * * *

"¡Puedo ver la escuela~!" - dijo Shizuka mientras miraba al frente - "¡Wow~!¡Son muchos zombies~!"

"Esto será divertido" - sonrió Saeko mientras resistía las ganas de salir a cortar cabezas.

"Sigo diciéndolo... ¡Esa perra está loca!" - gritó Saya con el ceño fruncido.

"Pero Danna-sama me aceptó como soy" - sonrió la campeona de Kendo - "Salvaje, sedienta de batalla y un poco psicópata"

"¿Un poco? Lo dudo" - negó Rei con seriedad.

"¡Danna-sama~!¡Ellas están siendo malas conmigo~!" - dijo Saeko mientras se acurrucaba contra el rubio.

"Agrégale que también es bipolar" - suspiró Saya con el ceño fruncido - "Como sea, ya llegamos y es tiempo de hacer nuestro trabajo"

"Solo espero que sea mejor que la última vez" - dijo Saeko mientras miraba al rubio que todavía tenía los ojos cerrados - "¿Vamos?"

"Vamos" - asintió Cloud mientras abría la puerta del vehículo y salía.

Lentamente los soldados bajaron de los demás vehículos y se posicionaron detrás de él.

"Ya saben que hacer, después de todo, no es primera vez que nos enfrentamos a esas cosas" - dijo el rubio mientras sus subordinados guardaban silencio - "Solo les daré una orden y esa es... vuelvan con vida... recuerden que tienen familias en casa, recuerden que sus hermanos y hermanas pelearán a su lado y pondrán sus vidas para protegerlos, así que hagan lo mismo"

"¡Hai!" - el grito de los soldados resonó en el lugar y por ende, fueron escuchados por los zombies.

"Iniciemos" - sonrió el rubio - "Siento que alguien ya no puede resistir más"

Los soldados solo soltaron una pequeña risa.

"Ahora estoy un poco avergonzada" - Saeko solo miró a un lado apenada, aunque podía notarse lo apenada que estaba por el color rojo de sus orejas.

Esto hizo que los soldados se rieran aún más fuerte.

"Muy bien... veo que nuestros anfitriones llegaron para darnos la bienvenida" - dijo Cloud mientras veía como los zombies corrían contra ellos - "Y como buenos invitados, tenemos que darle un regalo de agradecimiento por invitarnos a tan maravillosa velada... ¿no lo creen?"

"¡Soldados!¡Armas!¡Recuerden dejar a los objetivos del frente! No queremos que Saeko-san nos gruña por quitarle su diversión... ¿verdad?" - gritó Rika con una media sonrisa - "Ahora... ¡Démosle nuestro presente a esas cosas!¡Un regalo solo de ida de vuelta al infierno!"

El sonido de los disparos resonó en la zona.

Una lluvia de balas azotó a los zombies que intentaban acercarse mientras un destello purpura se movió hacia el centro.

"Dulce placer de la masacre~" - sonrió Saeko mientras tomaba su katana con firmeza y empezaba a cortar a su enemigos - "El delicado éxtasis de ver su sangre correr mientras sus cuerpos caen inertes al suelo~"

"Sigo aterrándome por las palabras que dice Saeko-san" - suspiró Rei mientras tomaba su bayoneta y corría contra los zombies.

Su precisión era perfecta, usaba el filo de su bayoneta para penetrar los cuellos de los zombies, solo para rematarlos con un solo disparo. Su expresión no era una de éxtasis como la de su amiga, sino una neutral, una que era igual de aterradora.

"Aunque no creo que pueda decir mucho, siendo que ya me acostumbré a esto..." - murmuró la chica mientras volvía a atacar, solo que esta vez empezó a usar el filo de su arma para penetrar las cabezas y degollar los cuellos de los zombies.

"Lo aterrador no es ver estas escenas llenas de muerte... lo aterrador es acostumbrarse a ellas..." - murmuró Saya mientras disparaba con gran fluidez - "Nunca pensé que terminaría así..."

"Nadie sabe como estaremos al día siguiente" - dijo Cloud mientras caminaba hacia el frente - "Esa es la maravilla del futuro"

"Y yo pensaba que estarías corriendo contra esas cosas junto a Saeko" - dijo Saya mientras le giraba los ojos.

"Entonces voy" - sonrió el rubio.

* * * * *

"Será mejor que metan a los niños dentro" - dijo Megumi con seriedad - "No creo que sea buena idea que sus mentes estén expuestas a unas escenas como las que estamos a punto de seguir viendo"

"¡Hai!" - los ȧduŀtos solo asintieron con seriedad mientras metían a los niños dentro, para luego salir, aunque ahora les hubiera gustado quedarse dentro junto a los pequeños.

La escena era terrorífica.

El sonido de las balas parecía no tener fin mientras la sangre escurría por las calles.

El olor metálico de la sangre estaba empezando a esparcirse a los alrededores, pero lo más aterrador eran los soldados que estaban en el centro liderados por una chica de cabello morado.

Ellos parecían haber salido del mismo infierno, cortando zombies uno detrás de otro.

Ellos podían comprender a los que tenían armas,después de todo, nadie en su sano juicio le gustaría enfrentarse contra esas cosas en batalla cuerpo a cuerpo, aunque ahora descubrieron que estaban equivocados.

"¡Esa perra está loca!" - gritó el chico de 20 años con los ojos abiertos como platos - "¡Lo está disfrutando!"

Desde ahí se podían escuchar el sonido de su risa.

". . ." - los presentes solo podían guardar silencio.

"Creo que estamos acabados..." - murmuró uno de los hombres.

* * * * *

"¡Esto es fantástico~!" - Saeko podía sentir como se corría con el placer de ver tantos cuerpo alrededor suyo.

La chica se estaba lamiendo los labios al ver tan 'hermosa' escena, pero volvió en si cuando vio como una silueta pasaba a un lado suyo a toda velocidad y empezaba a trabajar.

Cloud se movió con mucha facilidad mientras degollaba sin esfuerzo a sus enemigos.

"Sigo enamorada de tal nivel de belleza en la matanza" - murmuró la campeona de Kendo mientras veía a su amado trabajar.

Su estilo era simple, como si solo supiera lo básico, pero esa belleza era la maravillosa.

¿De que sirve un movimiento llamativo si te pueden acabar con solo un corte o una estocada?

Saeko siempre pensó que los movimientos simples eran los mejores para poder atacar.

Sin necesidad de prepararse o tomar alguna posición, poder adaptarse sin problemas a lo que te lancen, esa era la belleza de la simpleza.

"No puedo quedarme atrás" - dicho eso, la chica corrió nuevamente contra los zombies para acompañar a su amado.

* * * * *

". . ." - los sobrevivientes de la escuela solo podían ver la masacre sin poder decir nada.

La escena era demasiado irreal para ellos, en especial la gran cantidad de cadáveres que estaban dejando solo dos chicos que se notaba que eran menores de 20 años.

"¡Yo pensaba que una era un problema!¡¿Pero ahora son dos?!" - gritó el chico de 20 años con miedo.

No importaba que la chica fuera hermosa, el solo hecho de que matara a esas cosas con una sonrisa, la hacía completamente aterradora.

El grupo de sobrevivientes solo podía ver con miedo como los hombres armados se acercaban cada vez más a su escuela mientras aniquilaban a los zombies de los alrededores.

"Ese chico que está al frente..." - dijo Megumi - "Tal parece que él es el líder"

Los sobrevivientes que la acompañaban vieron como el chico estaba ordenando a las tropas.

Era impresionante ver como un chico tan joven, estaba al mando de tantos hombres y mujeres, pero lo más impresionante era que no había ninguna baja en sus tropas. Antes de que pudieran acercarse, los zombies eran aniquilados con facilidad.

"Creo que será mejor que vayamos a recibirlos" - dijo Megumi con seriedad - "Tal vez así podamos demostrar que no somo hostiles y tal vez puedan ayudarnos"

"¡¿Pero y si ellos son hostiles contra nosotros?!" - gritó el chico de 20 años.

"¿En verdad crees que podemos contra ese poder de fuego?" - preguntó el padre de Kurumi o Ku-chan - "Piénsalo, ellos pueden matar a esas cosas que tantos problemas nos han dado con un mínimo esfuerzo... ¿que te hace pensar que un grupo de civiles puede contra un grupo armado hasta los dientes?"

"Ugh..." - el chico solo pudo quejarse con molestia.

"Como dijo Megumi-san, es mejor que vayamos a recibirlos a la entrada, algo me dice que no son malas noticias para nosotros" - dijo el hombre con calma - "Miren, ellos tienen francotiradores, eso significa que somos presas fáciles para ellos, pero aún estamos respirando"

"Como sea, es mejor morir frente a un arma de forma rápida, que ser comida contra esas cosas" - murmuró otro hombre - "Sin contar que nos estamos quedando sin comida"

"No tenemos nada que perder" - murmuró una mujer - "No tenemos comida, no tenemos armas"

"Lo único que tenemos son niños que están aterrados" - continuó un hombre - "No podemos continuar con esto"

"Vamos, la decisión está tomada" - dijo Megumi con seriedad - "Mientras más nos demoramos, peor podría ser nuestra situación"

"Ok" - suspiraron los demás mientras seguían a su líder.

* * * * *

Cloud y el resto de su grupo en estos momentos estaba en la reja de la escuela.

Habían pasado 30 minutos desde el inicio de la batalla y ahora solo habían cadáveres alrededor de ellos.

"Ya saben que hacer, contacten al equipo de limpieza" - ordenó el rubio - "Necesitamos quitarnos esas cosas de encima lo más rápido posible, ya que no queremos que el virus se propague por nuestro error, también recuerden revisar los alrededores en caso de otros sobrevivientes o suministros"

"¡Hai!" - dijeron los soldados.

"Ahora..." - el rubio lentamente miró hacia la reja que lentamente se abría.

"Bienvenidos a la escuela primaria Ryuei" - dijo Megumi con una sonrisa.